Solo si hay una mayoría de personas que lo entienden y lo apoyan.
Desde el partido Bitcoin, somos lógicamente favorables a que el Estado invierta en Bitcoin, pero solo con la aprobación de una mayoría de la población. Esto exige un esfuerzo educativo importante en los ámbitos económico, jurídico y sociológico, lo cual tomará tiempo.
Nadie, ni el Estado ni ningún ciudadano, debería invertir en algo que no entiende. Y esto implica conocer algo de la historia del dinero, antropología, derecho, economía, informática y todo eso no se aprende de un día para otro. Todos los días aprendemos algo nuevo.
Los medios de comunicación generales no van a apoyarlo. Tampoco la población general que no posee Bitcoin lo quiere aprobar o entender. Esto es totalmente comprensible.
Sin embargo, no se conoce que no es necesario tener Bitcoin para beneficiarse de su red de pagos internacional rápida y barata. Es una red para todos los habitantes del planeta, tengan o no Bitcoin.
Además, estamos en un entorno donde los mensajes que se lanzan a la población son los de burbuja, estafa, ponzi, no hay valor intrínseco, no genera nada, para qué sirve, gente arruinada, etc. Pero, en realidad, los bancos están invirtiendo en proyectos de Bitcoin, minería de Bitcoin y proyectos relacionados con la blockchain y con el metaverso. Fíjate en lo que hacen y no en lo que dicen.
También hubo mucha resistencia de los defensores de los caballos o los coches de caballos cuando aparecieron los primeros coches. Se impusieron regulaciones totalmente absurdas para impedir su implantación. Solo se retrasó porque, obviamente, los coches eran mucho más útiles.
En conclusión, invertir en Bitcoin requiere un esfuerzo educativo importante, pero es una opción que debería estar disponible para el Estado si es aprobada por la mayoría de la población. La resistencia y la falta de comprensión son comunes en cualquier cambio importante, pero el tiempo demostrará si Bitcoin es una inversión segura y rentable para el futuro.